domingo, agosto 29, 2004

Vejez

Mi prima dice que no quiere llegar a vieja. Que prefiere morirse antes. Siempre me pareció una tontera eso. Yo onda "la vida merece ser vivida hasta el último día".
Ahora, cada vez que vuelvo a Tucumán y lós veo más y más avejentados a mis viejos (con más achaques físicos de sus 64/70 años) ya lo pienso 2 veces.

jueves, agosto 26, 2004

No se por qué...

...no puedo dejar de ver cierto dejo exhibicionista en quienes ponemos nuestra vida personal a la vista del mundo entero en Internet.
Ya se que ya lo dije. Pero tengo mis serias dudas de si seguir con esto.

lunes, agosto 23, 2004

Racconto di questa fine settimana

Viernes: Después de comer alguna pasta insípida en mi casa, pillé el auto y largué un non-stop semaforil hasta lo de Lady (gracias, Guía Te, qué haría sin Tí!). De ahí partimos a Adrogué, al cumpleaños de un amichi de ella. Cara de buen tipo. Invitados ilustres desconocidos (para mí). Con muy poca luz, como me gusta. Algunos conversan echados en el piso en almohadones que le sacaron al sillón donde nosotros nos sentamos (mi culo acusaría recibo después de esa madera durísima).
En algún momento partí a la cocina a buscar cerveza (para la q había contribuido en demasía). Servidores de cerveza amarretes.
Al volver, veo que un alienado estudiante de teatro monopoliza la atención con su arte (improvisación). "Vamos, vamos, propongan temas..." decía, canchero. Mas cuando se los proponían, su creatividad le venía en ráfagas cortitas nomás. Así, su arte consistió más que nada en gritoneo, muecas y mucha repetición del tópico que le habían propuesto. Había un especie de Nahuel de Veraño del '98 que se reía a gritos como chiquito.
La pasamos bien en el cumpleaños; de hecho fuimos casi de los últimos en partir.
Salimos de ahí escarchados, y siendo que no era tan tarde, decidió llevarme a conocer su "taberna" (el lugar donde se junta seguido a tomar algo con sus amistades). Lo de taberna me inspiraba los más diversos pensamientos negativos, y debo decir que ninguno se confirmó. Resultó ser un bar de lo más agradable. Encajamos perfecto en los pequeños boxes. Pedimos unos cargados Fernets. Le rendí pleitesía a los Orbis prendidos. A la buena onda de los que te atienden. Al precio accesible. A llevarme a que invada "su" lugar.
Sábado: Cuando salió del laburo, nos fuimos a comer con Lady a Campechano. Rico peceto, rica salsa. Divertida charla. Vecinos de mesa aburridos con su conversación que proceden a divertirse con la nuestra. ¡Cómo abunda esa gente!. De ahí partimos a ver el recital de Miranda! (el grupo de pop electrónico), a quienes, debo decir, les tenía idea. Siempre me pareció que el tipito canta como el de Maná. Aun así, bien predispuestos, nos mandamos a Niceto -previa cubierta pinchada de mi auto, cambio e ida a parchar-.
Llegamos un poquito fuera de horario, pero lo suficientemente "temprano" como para conseguir un lugar bárbaro al lado del escenario. Saqué fotos varias. Y bailamos divertidos, con la buena onda que te transmite la banda, y las canciones que salen mejores en vivo que en estudio (pocas veces noto eso).
Vi que al lado nuestro había una puerta que conecta con otro boliche (Niceto Club ha de ser). Y como un gotero, pasaban cada tanto grupitos de 2 o 3 personas, desde ese boliche hacia el recital. Molestos, igual todo bien.
Pero la gotera se fue abriendo, llenando Niceto, hasta que a algún bolastrón se le ocurrió abrir la canilla (la puerta) dejando pasar al malón. Nunca me apretaron así contra una pared. La buena onda de todos los que estábamos en ese pequeño espacio se transformó en una sola puteada contra el dueño del boliche (Gastón Pauls??). Por suerte eso fue casi al final del recital.
De ahí, a tomar algo en casa y a depositarla en la suya.

lunes, agosto 16, 2004

Un guión de 6 años

Mi abuela materna tuvo en total 10 hijos. Uno murió al rato de nacer. Así que, digamos, fueron 9 hijos.
Uno de ellos, F., hace ya 7 años (siendo él ya un tipo grande) empezó a tener problemas pulmonares que siempre habían estado latentes (fumador empedernido).
Y en muy pocos meses se vino abajo. Hasta el punto que le diagnosticaron un cáncer. Y la única posibilidad de hacer su vida más confortable era operarlo y meterle en los pulmones un socotroco que los expandiría (estaban cerrándose cada vez más, dificultándole respirar).
Cuestión que la operación -que era riesgosa pero no tanto- salió mal, y en un instante, murió. Me acuerdo que fue espantoso el momento en que todos nos enteramos. Fue horrible. Y extraño. [Tanto como la juntada en casa de mi abuela después del entierro.]
Mi abuela, por supuesto, estuvo enterada de todo. Sufrió, pero fue fuerte.
En cambio mi abuelo estaba muy mal de salud. Tenía problemas neurológicos (se perdía). Así que mi abuela, con algunos de los hijos evaluaron que era mejor no contarle de la muerte de su hijo predilecto (tenían miedo de que si se lo contaban, mi abuelo, en ese estado de salud precario en que estaba, no soportara la noticia). Entonces le inventaron que su hijo F. se había ido a Europa de viaje. -"¿Sin saludar?" pensó mi abuelo. -"Y sí..." era la respuesta obligada. La única posible para ellos.
El problema fue que durante este tiempo mi abuelo los siguió indagando. Y cada vez se hacían más lío para mantener en pie esa historia del "viaje". Digamos que el inocente viaje empezado sin saludar, se había transformado para mi abuelo en una virtual desaparición de su hijo. Mi tío no "llamaba", no "daba señales de vida". Y mi abuelo sufría a rabiar. Y pasaban los años. Por raro que parezca, la salud de mi abuelo empezó a mejorar (los temas neurológicos), especialmente estos 2 últimos años.
Así hasta que hoy, 6 años después, le planteó a una de mis tías que deberían llamar "a las autoridades españolas para que investiguen la desaparición de F."
Mi tía, envalentonada, le vomitó la verdad. Le dijo, sin vueltas, que F. había muerto. Ante la sorpresa, la incredulidad y las preguntas de mi abuelo, le dio todos los detalles de lo que había en verdad pasado. Dicen que fue feo el momento en que se enteró. Y que todos lloraron.
Me imagino el alivio de todos mis tíos (y mi vieja) al contar la verdad. Y me imagino los porqués que se le estarán cruzando por la cabeza a mi abuelo, engañado y sufriendo durante 6 años.

sábado, agosto 14, 2004

martes, agosto 10, 2004

Bolas ochentosas

Siguiendo el consejo de Vedder (quien me había visto ávido de buena música ochentera), el sábado fui con Lady a El Especial, a la fiesta de El Acople. De 1:30 a 3:00 de la matina pondrían ochentosos, me adelantó él.
Debo reconocer que llegamos un poco tarde (3:00). Por suerte la buena música se estiró unos 20 minutos más, más o menos. De ahí pusieron música normal (rock). Nos tomamos una cerveza y de ahí partimos a Freak Roy a tomar unos tragos.
Pues bien, en cuanto a El Especial, no puedo quejarme de la música. Ni del lugar (pequeño, pero qué culpa tiene el lugar de que vaya mucha gente?). Ni de las chicas "vomitonas", que dejan estelas de comida en el piso en su trayecto al baño (qué culpa tienen sus estómagos inexpertos de que se los llene de etil?).
Este post de "protesta" es con respecto al otro elemento: la gente. No quiero parecer intolerante ("Intolerante" hay uno solo), pero me saturan MAL los grupos de rugbistas (englobo a todos los grandotes molestos) que van a ese tipo de fiestas (previamente se emborracharon con cervezas). Pero no me caen mal por el hecho de ir solamente, ni por el hecho de ser grandotes.
Veamos:
Su único estilo de baile es el salto. Saltan en ronda, casi siempre abrazados. Con poco equilibrio. Empujando y tirando el vaso de bebida de quien osa cruzarse.
Una de las finalidades de la noche es llamar la atención, a como de lugar. Así que habrá que cantar a los gritos (gritar) hasta tapar la voz del cantante "original".
Sacan a bailar a las minas que se les cruzan (quienes, obviamente, al verlos en ese estado los rebotan automáticamente) y no les queda otra que seguir hinchando las pelotas a su alrededor.
No se por qué, casi siempre en este tipo de fiestas hay un 80% de bolas (llámese varones). Me dice un compañero que eso es algo típico de Argentina (¿la mayoría de varones o los rugbistas pesados?!).
Mientras, sigue mi búsqueda de la fiesta ideal...

sábado, agosto 07, 2004

Mamá de Ripley

Recién llamó mi mamá (desde Tucumán) para preguntar por la dentadura de mi hermana (va por el duodécimo tratamiento de conducto); me dice que debiera cuidarse y descansar (¿acaso no sabe que el periplo de boliches de mi hna de jueves a sábados no se detiene?) y de paso me cuenta que en Crónica está saliendo una nota sobre el "pibe hondera". Es un cordobés que tira piedras con la mente. (!?)
Mi vieja mira Crónica, atenta, y me comenta "¡mirá, mirá!, ahí muestran las piedras que tiró el pibe hondera". (Yo no estoy viendo Crónica, ni tengo interés).
"Fijate, ahí sale la madre, le están preguntando si qué opina... ¿y qué va a opinar, hijo -acota mi mamá-, si tiene la casa destrozada ya!?"
"Y ahí muestran el espejo que rompió con una de las piedras!".
¡Cómo la quiero a mi mamá...!

viernes, agosto 06, 2004

Amigos son los novios

Siempre sostuve que cuando cortás definitivamente con alguien, tiene que ser una decisión bien pensada, pero tajante y que implique un verdadero corte.
A mí ya me pasó antes que cortaba "definitivamente" pero después uno de los dos estaba buscando la forma de encontrarse o la razón para llamarse ("necesito tu impresora carro ancho para imprimir un banner"). (!?)
Con el tiempo, y mirando las cosas en perspectiva, te das cuenta que uno llega a perder el amor propio, la vergüenza, y el orgullo (el orden de los factores no altera el producto).
El otro día un amigo -que está peleado hace rato pero seguía unido a ella, según él, por razones comerciales- me contó que un buen día la forra le dijo, como si nada, que estaba de novia con otra persona.
Además de darme cosa lo mal que se habrá sentido mi amigo, pienso que él se la buscó. Se lo dije (cosa que no le gustó ni medio). [Además, eso no debe hacerse... cuando criticás a un/a ex, en el futuro volverán, y la otra persona se enterará que la criticaste].
O sea, si cortás, cortá! Pero no te engañes pensando que del noviazgo vas a pasar como si nada a una linda amistad. No digo que no sea posible (hay casos, no dudo), pero no es lo ideal, y se presta a confusiones en la nueva relación.
Viendo gente que se engaña pensando que podrá (y un buen día la otra persona se le declara) me convenzo más de esa idea.
El pasado, pisado.